LA FAMILIA ADICTIVA (I)
La familia de una persona adicta se ve seriamente afectada durante todo el proceso de desarrollo de la adicción, ya que éste va generando conflictos y emociones particulares en cada uno de sus miembros.
Ninguno puede mantenerse inmune ante las diferentes situaciones que provoca la enfermedad. Toda una red de emociones, conversaciones, tensiones y conductas, se van asentando en todos y cada uno de los componentes de la familia y generalmente potencian y estimulan la adicción, al contrario de lo que normalmente pudiera parecer.
Se van desarrollando una serie de alteraciones que acaban en disfunciones más o menos sutiles a las que, en muchas ocasiones, la familia se cree inmune, considerando que quien padece la adicción es la única persona de la familia que tiene el problema, y esto último en el caso de se perciba, cosa que no siempre ocurre.
Debido a las situaciones permanentes a que se ve sometida por la enfermedad, la familia padece distorsiones que generan sobreprotección, rabia, angustia, temor y sentimientos disfuncionales, que provocan en algunos de sus miembros el fenómeno conocido como CO-DEPENDENCIA.