dsm-v

Juego de altura

A VUELTAS CON LAS DIFERENCIAS…
Una reflexión para todos/as, especialmente para quienes se obstinan en diferenciar los procesos de rehabilitación en función de las particularidades de las sustancias y/o conductas. Y más específicamente para quienes creen que ser alcohólico es pertenecer a una categoría especial de adicción, (¿qué digo?: Un alcohólico, no es un adicto, es un “alcohólico”¡¡ Faltaría más¡¡) Unos se empeñan en “rehabilitarnos” haciendo de nosotros unos campeones que se paseen por los bares impunemente sin que ello nos produzca ningún tipo de activación que nos induzca a consumir. Y, otros, pretenden hacer una sacra diferenciación en la que el alcoholismo es un proceso inducido por la divinidad, de lo que se deduce que no puede ser otra cosa que la divinidad quien lo remedie, haciendo de la persona alcohólica un ser especialmente tocado por la mano de Dios. 
 Bien el asunto es que en mi experiencia, la diferenciación por sustancias o conductas, al menos en lo que a la terapia grupal se refiere, es un tremendo error que llevo años tratando de que se entienda. Al hilo de esto, y al margen de que en AERGI, desde que nació, tratamos conjuntamente todas las adicciones, la publicación del DSM-V ha venido a ratificar la opinión nuestra y la de muchos clínicos y científicos al incluir en la misma categoría diagnóstica tanto los trastornos por uso de sustancias como los trastornos del juego. La explicación dada por la APA para situarlo en la misma categoría, no deja lugar a dudas: “la conducta de juego activa el Sistema de Recompensa Cerebral de forma similar a como lo hacen las drogas de abuso y a que los síntomas clínicos de los trastornos provocados por el juego son similares a los que provocan las drogas” (APA, 2013, pág. 581) aceptando los argumentos que se venían proponiendo para la consideración del juego patológico como trastorno adictivo.
adicciones posibles
Así pues, el trastorno de juego sería la única adicción comportamental de una categoría en la que existen, además, otros diez tipos de trastornos por uso de sustancias. No se incluyen, alegando falta de evidencia, otras adicciones comportamentales como la adicción a la compras, al sexo, etc. Pero se alienta al estudio para una futura inclusión como adicción comportamental al “juego por internet”, aludiendo al asunto especifico de los videojuegos, ya que el juego de azar por internet ya está contemplado en la misma categoría que el resto de los juegos de azar.
fuma y bebe
Como  última consideración, en un plano distinto, destacaría la renuencia del DSM a incluir el término “ADICCIÓN”, cuando el propio DSM-5 titula esta categoría como “Trastornos relacionados con sustancias y ADICTIVOS”. Sin embargo, a la hora de definir cada uno de los trastornos, incluido el del juego, omite el término adicción por el de “trastornos por uso de sustancias” o “trastorno de juego”, argumentando que el término adicciónposee connotaciones negativas y es ambiguo. Pero, si hablamos de ambigüedades, el término “trastorno  por uso del juego” no se queda atrás. Y si de connotaciones negativas se trata, también habría que incluir o mejor, eliminar de la terminología médico-psiquiátrica términos tan poco atractivos como paranoia, borderline o demencia. Ya puestos…
 
En mi opinión, todas las adicciones tienen sus diferencias terminológicas, clínicas y en cuanto a efectos orgánicos, pero comparten lo esencial, y en eso no hay diferencias: LA PERSONA ADICTA.


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