6. ALCOHOLISMO: DEPENDENCIA FÍSICA.
2 de julio, 2011
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6. DEPENDENCIA FÍSICA
Se trata de la necesidad del organismo de seguir ingiriendo alcohol tras largos periodos de consumo. Se manifiesta mediante la Tolerancia y el Síndrome de Abstinencia.
En cuanto a la Tolerancia hablaríamos de dos tipos: una primera metabólica, en la que debido a una metabolización más rápida del alcohol, la concentración se ve disminuida y sus efectos atenuados; y una segunda funcional, que se caracteriza por la necesidad de aumentar la dosis de alcohol para obtener las mismas respuestas actitudinales y neuropsicológicas.
Del Síndrome de Abstinencia destacarían los cambios fisiológicos que hacen su aparición al interrumpir súbitamente el consumo, y que pueden ser de dos tipos:
1. Convulsivo, similar al que tiene lugar en el caso de consumo de barbitúricos.
2. Delirium Tremens, que afecta a l@s personas alcohólic@s que llegan a tolerar el alcohol farmacológicamente. Sus síntomas se manifiestan al interrumpir o disminuir considerablemente el consumo.
En la Dependencia Física se distinguen cuatro categorías sintomáticas:
a. Un primer estado caracterizado por temblores, hiperactividad e indicios neurovegetativos.
b. Disfunción de la capacidad perceptiva; en especial alucinaciones.
c. Convulsiones del tipo «gran mal».
d. Temblores, desorientación temporal y geográfica, menoscabo de la conciencia, fiebre y motor de hiperactividad.
Las tres primeras hacen su aparición, por lo general, a las 24-48 horas de interrumpir o disminuir el consumo, mientras que en la cuarta, y especialmente el Delirium, lo hace entre las 48-72 horas.
Los efectos del consumo excesivo en el cerebro llevan en ocasiones a la desinhibición, a graves agitaciones y alteraciones actitudinales que desaparecen en cuanto cesa la influencia tóxica del alcohol.
Un incidente, desgraciadamente habitual, es el suicidio, ya que el alcoholismo y la depresión van frecuentemente de la mano. En algunas ocasiones es el alcoholismo el que conduce a la depresión, mientras que en otras se recurre al alcohol como medio para superar la depresión. De cualquier manera, ambos comportamientos encaminan al suicidio o a crisis parasuicidas. En la mayoría de las investigaciones epidemiológicas realizadas se puede constatar que el método auxiliar empleado en los suicidios y para-suicidios suele ser el alcohol.
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