32. LAS CARAS DEL ALCOHOLISMO (VIII) LA OBSESIÓN

…., y esto seguirá así hasta que se experimente un impacto psicoemocional de tal calibre que provoque una decisión inquebrantable de romper el círculo infernal (pienso, bebo, sufro y hago sufrir), evitando la primera copa.

El proceso mental se inicia cuando aparece en nuestra mente la idea de que una copa nos hará sentir bien, y se repetirá una y otra vez, machaconamente, hasta conseguir que todas las demás ideas sean empujadas fuera de ella. Llegado ese momento, se borran todas las dificultades originadas en anteriores ocasiones y la mente nos impulsa a beber y bebemos. Esto a su vez dispara el deseo físico dentro de nuestro organismo, de manera que cuanto más lo deseamos, más bebemos y cuanto más bebemos, más lo deseamos.
Más tarde, otro día, llegará la siguiente ocasión en la que nos encotraremos inquiet@s, irritables y descontent@s (malestar adictivo) y recordaremos que, por lo menos al principio, beber nos ayudó a sentirnos mejor. Después no podremos dejar de pensar que BEBER ES UNA FORMA GENIAL DE SENTIRSE BIEN, y así de esta manera, se apoderará de nosotr@s de nuevo la obsesión por beber alcohol.
Una obsesión es una idea que envuelve y sobrepasa todas las demás ideas. La OBSESIÓN fundamental de tod@ alcohólic@ es beber con control.
El hecho real es que ese impulso mental se produce antes de beber. Por lo tanto lo que nos ocurre a l@s alcohólic@s es que tenemos una alergia corporal al alcohol aparejada a una obsesión mental. Esto se traduce en que no podemos dejar de beber una vez que comenzamos a hacerlo. Dicho de otra manera, lo que está ocurriendo es que nuestra mente nos hace comenzar y nuestro cuerpo no nos permite detenernos. Nuestras mentes destruyen nuestros cuerpos y nuestros cuerpos destruyen nuestras mentes.

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Alcohólic@s y Aduct@s en Rehabilitación Gipuzkoa