– No hay otra posibilidad que modificar estas actitudes para eliminar la carga emocional negativa que nos impone el hecho de continuar con ellas. El precio a pagar es demasiado caro. No podemos buscar la paz y estar en un continuo torbellino emocional. Si no damos una distancia a nuestros enamoramientos, que pueden llegar a convertirse en obsesivos, y desciframos el verdadero mensaje de cercanía que realmente sentimos, nos va a resultar imposible encontrar el más mínimo resquicio de paz.

Nuestra fragilidad emocional nos convierte en presas fáciles para el enamoramiento. Somos enamoradiz@s porque tenemos la necesidad inmediata de compensarnos por todo lo que de amor nos ha faltado. Pero atención a la obsesión sexual que puede convertirse en una nueva adicción en la que , si caemos, no habremos conseguido nada más que ser y estar como «adict@s sec@s»